lunes, 10 de marzo de 2014

Reseña: "La reina traidora"

¡Hola a tod@s!

Antes que nada, deciros que pusimos una encuesta sobre cómo preferíais que reseñásemos las sagas - para hacer las cosas más fáciles para todo el mundo - y que el resultado que ha salido es que las hagamos libro por libro (vamos, lo que veníamos haciendo jaja). Queremos agradecer a toda la gente que votó por hacernos llegar su opinión. Muchas gracias ^.^

Y, ahora sí, os dejo con el final de una trilogía que, para mí, ha tenido sus altibajos pero que puedo calificarla como buena. ¡Qué la disfrutéis!



Título: La reina traidora (The traitor queen)
Saga: La espía traidora
Autor: Trudi Canavan
Editorial: Plaza & Janés (la versión en bolsillo la publica DeBolsillo)
Género: Fantasía – Aventura
Año: 2013 (la versión de bolsillo es de febrero del 2014)
ISBN: 9788401354922
Formato: e-book
Nº Páginas: 528


Se avecinan tiempos revueltos en Sachaka. Cuando Lorkin, el hijo de la Maga Negra Sonea, regresa de su exilio en el seno de la sociedad de los rebeldes Traidores, todo parece encaminarse hacia un punto culminante.
La reina de los Traidores le ha encomendado al joven la difícil tarea de negociar una alianza entre kyralianos y Traidores. Por otra parte, Lorkin se ha visto obligado a violar las leyes del Gremio y aprender la magia negra, con el fin de aprovechar la fuerza contenida en unas piedras de propiedades inéditas. Estos valiosos conocimientos podrían quebrantar las bases del Gremio y transformar la sociedad kyraliana por completo... o podrían condenar a Lorkin al destierro de por vida.
En Imardin, Sonea se dispone a marcharse al encuentro de su hijo, en compañía de un hombre que despierta en ella sentimientos profundamente contradictorios. Y la nueva Maga Negra Lilia tendrá que poner a prueba tanto su dominio de los poderes mágicos como su fe en el Gremio cuando unos íntimos amigos de los bajos fondos se ven amenazados de muerte.
Esta última parte me ha gustado más que las dos primeras porque se va viendo la forma en que todas las historias encajan y, además, me ha tenido mucho más enganchada.
Trudi Canavan sigue escribiendo de la misma manera sencilla y ágil de siempre, con sus descripciones asombrosas que hacen que te metas en la historia. Consigue conectar puntualmente esta trilogía con la anterior (“Crónicas del mago negro”), a pesar de que no tengan ninguna relación en cuanto a la trama. Esto se ve reflejado, entre otras cosas, cuando Sonea vuelve a ir a Sachaka  y tiene que pasar por el Fuerte – recordando las muertes de los magos que había allí – y cuando cruza el páramo – recordando sus momentos con Akkarin T.T –.
“Comprendió que era posible albergar tristeza por la injusticia de la muerte de una persona sin tener que convencerse de que era más noble de lo que ella la recordaba.”
En este libro, las historias de Sonea, Lorkin y Dannyl se van juntando hasta volverse una sola mientras cuentan lo que está pasando en Sachaka, tanto desde el lado de los Traidores como el de los ashakis. Todos ellos deben pasar por momentos críticos  y donde deben tomar decisiones difíciles, pero a pesar de ello se mantienen firmes ante sus responsabilidades y siguen adelante con sus tareas. Sonea, además, tiene que lidiar con los sentimientos contradictorios que le despierta su compañero de viaje ,Regin –quien le hizo la vida imposible mientras eran aprendices, pero cuya ayuda le vino muy bien cuando tuvieron que encontrar al Cazaladrones –. Al principio que estos dos interactuaran y viajaran juntos me parecía un poco extraño, pero al final me acabé acostumbrando y, de hecho, hacen buena pareja (aunque Akkarin in my heart forever ♥).


La única historia que se queda un poco descolgada es la de Lilia, a quien vemos acudir a clases para aprender magia negra y que tiene que lidiar con su ración de aprendices molestos, y la de Cery, Gol y Anyi, que tienen que evitar que Skellin los encuentre y los mate. A pesar de que la trama está un poco al margen del resto, es interesante ya que Lilia tiene que ayudarlos pero sin que el Gremio se entere ya que hay un espía de Skellin entre ellos (y me sorprendió – y gustó – mucho ver que me equivocaba en mis suposiciones).
“Como sanadores podemos hacer muchas cosas para evitar la muerte, pero los límites de nuestro poder a veces entran en conflicto con lo que debemos hacer. Cuando una persona ya no tiene la posibilidad de curarse y lo único que desea es morir, mantenerla con vida es una forma de crueldad.”
Entre mis personajes favoritos, como ya dije en alguna de las reseñas de los libros anteriores, están Sonea y Dannyl y, en esta tercera parte, se les añade también Lilia. Me gusta porque, ante todo, quiere ayudar a sus amigos y porque, aunque ha aprendido magia negra, no se le sube a la cabeza y se cree mejor que los demás. También hay que añadir que es inteligente – se le ocurre otra forma de utilizar la magia negra – y que ahora tiene suficiente criterio como para confiar en las personas adecuadas y sospechar de los actos de algunas otras y no terminar de fiarse de ellas, a pesar de tener más rango que ella.
La única pega que le pongo al libro es el final, ya que para mi gusto o le sobraba el epílogo – puesto que a mi parecer no aporta nada y lo único que hace es abrir más la historia – o debería haberlo escrito contando un futuro un poco más lejano. Además, de que a la autora le siguen tirando las muertes sin sentido, un luchador@ como ese personaje no puede morir de la forma en que lo hace.
En resumen, si habéis empezado a leeros la saga de La espía traidora, este último libro creo que os gustará y os enganchará, aunque con el epílogo me da que Trudi podría decidir seguir con el mundo de Kyralia y las Tierras Aliadas.


1 comentario:

  1. A mi el final también me dejó un poco descolgado :( De hecho pase las paginas del finall una y otra vez a ver si me habia dejado algo o habia ootro epilogo o yo que se jajj. ME han encantado los 7 libros un montón pero ojalá saquen otros 3. Con la muerte del luchador supongo que te referiras a Cery, me dió muchisima pena y vaya muerte tan inesperada y tonta jaj pero bueno, estaba mayor de la vida de estres que llevaba.

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