¡Hola gente! Con una semana y unos días de retraso, aquí os traigo una nueva reseña. Esta vez tengo una gran excusa para el retraso... ¡¡¡ESTÁBAMOS EN FALLAS!!! Así que aunque ya se han acabado que mejor forma de celebrarlas que con una reseña XD XD. Así que... ¡A leer!
Título: El cementerio de
barcos (Ship breaker)
Autora: Paolo Bacigalupi
Editorial: Debolsillo
Género: Adulto – Joven Adulto – Futurista –
Ciencia Ficción
Año: 2010
Formato: Papel
Encuadernación: Tapa blanda
Nº páginas: 352
Precio: 9,95€ de bolsillo (17,90€ si es tapa dura
y 6,64€ si es Ebook)
ISBN: 97884490322772
Un joven héroe. Un mundo peligroso. Una
gran aventura.
En la costa de
lo que una vez fue el golfo de México, la gente sobrevive desguazando antiguos
petroleros y buques mercantes, y malvendiendo sus piezas a las grandes
empresas. Cable de cobre. Planchas de hierro. Chatarra. A veces aceite o
incluso un bidón de petróleo. Son los tesoros que el joven Nailer y sus
compañeros rescatan de los barcos varados en la playa. Es una profesión dura en
un mundo duro y sólo hay una manera de escapar de él: con un golpe de suerte. Y
la suerte sonríe a Nailer el día que descubre un hermoso velero encallado en
las rocas, una de esas naves con las que siempre ha soñado. Pero dentro hay una
chica prisionera: si la mata, será rico; si la ayuda a regresar con los suyos…,
comenzará la aventura.
Con
un lenguaje un poco más sencillo que La
chica mecánica; El cementerio de
barcos te engancha desde la primera página, debido a que el autor ha
querido acercarse a un público más juvenil y en parte ha quitado todos los
pasajes más “tediosos” que te podías encontrar en su anterior novela. O al
menos así fue en mi caso, quizás porque me lo leí después de La chica mecánica y ya me había
acostumbrado al tipo de narración de Paolo o bien porque este libro no tiene
tantos términos extraños, o porque si los tiene son más fáciles de interpretar.
El caso es que esta segunda novela me gustó mucho más.
Continuando
con su narrativa, Bacigalupi nos
trae otra novela futurista que tampoco está ambientada en Estados Unidos, como
pasa con muchas distopías hoy día, sino que está ambientada en México. Aquí
volvemos a ver que el mundo también ha debido pasar por un periodo
apocalíptico, imagino, y las diferencias entre los pobres y los ricos se han
hecho más acuciantes.
Por otro lado, el
autor continúa introduciendo muchos personajes secundarios, pero aquí (gracias
a Merlín) no son tan numerosos como en La chica mecánica. Y realmente queda bastante claro quiénes son los
protagonistas desde el principio ya que utiliza una narración en tercera
persona desde el punto de vista de Nailer, uno de nuestros protagonistas. Los
cuales son dos polos opuestos.
Por
un lado, tenemos a Nailer, un chatarrero que trabaja en los barcos y que no
tendrá más allá de 15 años. Trabaja en una cuadrilla de trabajo ligero, que son
aquellos que se meten en los barcos buscando el cable de cobre y si tienen algo
de suerte, algo de aceite o petróleo. Con un carácter complejo y bien
desarrollado nos encontramos ante un joven que se debate entre respetar todo lo
que le han ido enseñando: la lealtad, el compañerismo y la amistad o renunciar
a todo ello por conseguir un Lucky Strike (que es como llaman en el libro a
tener un golpe de suerte). Es uno de los personajes que más me gusta, primero
por todo su debate interno, segundo, porque aunque vive en el mundo en el que
vive, todavía mantiene cierta inocencia que te hace empatizar con él y tercero,
y último, porque no es un personaje que encaje en el papel de héroe, pero lo
lleva con entereza.
Por
otro lado, tenemos a Nita, la joven ricachona rescatada. No tengo muy claro mis
sentimientos con respecto a este personaje. Está claro que es una niña de papá
que no hace más que dejar claro sus diferencias con Nailer a cada momento,
aunque algunas veces lo haga de forma inconsciente. Está claro que a ella le
han criado de forma distinta al resto de personas de las que ahora se encuentra
rodeada y que por ello muchas veces le cuesta entender el modo de pensar y de
actuar de los demás. Y en vez de quedarse callada cuando debería, la mitad de las veces hace comentarios hirientes y
despectivos, aunque sea sin darse cuenta, y la otra mitad da consejos de cómo
lo haría ella, como si con eso fuera a arreglar el mundo. Por ello, no tengo
muy claro si me cae o no bien, aunque Nailer se sienta enamorado de ella.
Otro
personaje también a destacar, no porque sea importante, porque aunque tiene
peso no es ni la mitad del que tienen Nailer o Nita, es Tool. A este personaje
lo destaco, porque al igual que en La
chica mecánica, Emiko es una chica mecánica (valga la redundancia), aquí
Tool es un medio hombre, un hombre con genes de perro diseñado para ser fiel y
leal a su amo y hacer todo lo que le manden. Lo destaco porque es de admirar la
imaginación de Paolo para crear personajes humanizados sin ser del todo
humanos.
En
general, con un lenguaje sencillo, claro y práctico, con una trama compacta en
la que se dedica a contarnos las aventuras sin irse por las ramas, lo que le da
un avance rápido, cosa que hace que los capítulos parezcan más cortos de lo que
son. Y con un ritmo muy dinámico, os la recomiendo si queréis pasar un rato
entretenido y agradable. Y a ver si tengo suerte, y la próxima novela de este
autor que caiga en mis manos, termina de encajar en mis parámetros.
¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? ¿Me dejáis un comentario, XD? ¡Nos leemos! =)
Todas las reseñas que he leído de este libro lo dejan de normalucho que no va muy allá, así que en principio no está en mis planes leerlo xD
ResponderEliminarUn beso!
Jajajajaaaa, ¡tú verás! Aquí no obligamos a nadie, XD!!
EliminarIgual lo lees y te enamoras, o igual no, jajajajaaa. Es cierto que la historia es bastante entretenida y que me gustó un poco más que el primero que me leí de este autor, La chica mecánica (también puedes leer la reseña en el blog), pero, en mí opinión, tampoco es para tirar cohetes. Aunque ya sabes, sobre gustos... ¡colores! =)
Gracias por comentar. :)
¡Un saludo!