¡Hola gente! Aquí os traigo una nueva reseña en un huequecito que he encontrado entre tanto estudio. Así que si vosotros también tenéis un rato libre podéis disfrutar leyendo La verdad sobre el caso Harry Quebert.
Autor/a: Jöel Dicker
Editorial: Círculo de Lectores (Santillana)
Género: Adulta – Misterios – Policiaca.
Año: 2012
Formato: Papel
Encuadernación: Tapa dura
Nº páginas: 671
Precio: 22€ (9,49€ si es Ebook)
ISBN: 9788467256925
En
los inicios de su carrera, Marcus Goldman seguía los consejos del escritor
Harry Quebert, su profesor y amigo, como una verdad revelada. Años después, con
Quebert detenido como sospechoso de asesinato y él mismo siendo víctima de la
terrible crisis de la página en blanco, todo en lo que creía hasta entonces, la
amistad, la literatura e incluso los límites entre ésta y la realidad, se
tambalean a medida que va sumergiéndose en un caso en el que la verdad, la
mentira y la ficción son imposibles de diferenciar.
Hacía
mucho tiempo que un libro no me enganchaba de tal manera. Esa manera, en la que
una vez coges el libro no puedes dejar de leer, y necesitas llegar al final
para descubrir la verdad y ver si ibas o no encaminada.
Respecto
a la trama todo comienza, como bien dice la sinopsis, cuando Marcus Goldman,
tras el éxito de su primer libro, se encuentra ante el síndrome de la página en
blanco. Pero el problema no es ese en sí, si no que ha de entregar un libro en
un plazo, que cada vez se acerca más, para no quedar arruinado. Viendo que el
tiempo se le escapa pide ayuda a su amigo y mentor, también escritor, Harry
Quebert, que alcanzó la fama con su obra Los
orígenes del mal. Quien le invita a trasladarse a Aurora, un pueblo de New
Hampshire, para ver si allí recupera la inspiración y puede volver a escribir.
Estando allí se descubre la relación secreta que Quebert mantuvo con Nola
Kellergan, quien desapareció de forma misteriosa y violenta a finales del
verano de 1975, hace 33 años, cuando ella tenía 15 años y él, 34.
Cuando pasado un tiempo, y sin
haber escrito una sola línea para su nuevo libro, Goldman vuelve a Nueva York,
se descubre por accidente el cadáver de la chica en el jardín de Harry junto
con una copia del manuscrito de su famoso libro. Ante ello Harry es detenido y
Goldman acudirá de nuevo a Aurora con la esperanza de poder ayudar a su amigo.
A
partir de aquí, el autor enlaza, con bastante buena mano, distintos tiempos de
narración: por un lado nos cuenta lo que ocurrió el verano de 1975, no solo la
historia de Harry y Nola, sino también la vida de los habitantes de Aurora. Por
otro, nos cuenta la historia de Marcus y Harry. Y por otro, va narrando lo que
ocurre en el presente desde que se descubre el cadáver de Nola.
Mientras
Goldman investiga para poder ayudar a su amigo Harry, se le ocurren las ideas
para su nueva novela: contar el caso de Harry Quebert. Aunque sé que es un
libro, cuando Marcus se pone a investigar, hay una cosa que no me cuadra, y no
es que lo haga mal, ni nada de eso, es que el resto de los personajes se
prestan a ayudar, incluso, el teniente que lleva la investigación, Galahowood,
aunque lo haga de forma reticente.
Como
si estuviésemos construyendo un castillo, Marcus nos va contando, ya que el
libro está contado en primera persona desde su punto de vista, todo lo que va
descubriendo con un lenguaje sencillo y desenfadado. A veces demasiado simple,
a mi parecer. En la novela, vamos, al igual que Marcus, siguiendo las miguitas
de pan que nos trazan un camino para descubrir los secretos que el tranquilo
pueblo de Aurora y sus habitantes, aparentemente inofensivos, esconden.
Cuando empecé a leerme el libro,
encontré bastantes comentarios críticos en los que decían que el libro no les
gustaba, porque era demasiado tedioso, tenía demasiadas páginas o era bastante
predecible, entre otros. Todavía no he podido darle ninguno de estos
“argumentos” al libro. Quiero decir, a mí nunca se me hizo largo, no le
sobraron páginas, si bien es cierto, que a veces cuando parecía que la historia
se cerraba, aparecía otra pista que la volvía a abrir. Pero realmente son estos
giros insospechados son los que te mantienen en vilo hasta el final. Y tampoco,
ni por asomo, se me hizo jamás predecible, en ninguno de sus giros, por eso, en
mi opinión, es un libro tan refrescante.
Aunque,
también tengo que dejar claro que no todo es color de rosa, como he dicho
antes, el libro tiene un lenguaje sencillo, pero también a veces demasiado
simple. Es decir, hay algunas conversaciones entre los personajes que parecen
forzosas y fuera de lugar. Y además, para mí la historia de amor entre Nola y
Quebert, que todos los personajes y los medios ponen de sórdida e inmoral, a mí
me pareció un simple amor platónico muy, muy sencillo. Tanto que, a ratos,
tenía la sensación de que los protagonistas no se querían y que solo las
palabras de amor que se dedicaban, empalagosas a más no poder, me demostraban
su amor.
Algo
muy destacable en la trama, es la propia relación de Marcus y Harry (aunque en
la novela hay muchos personajes, estos dos junto con Nola son los que llevan
todo el peso de la novela). Una relación de alumno y maestro, con sus
enseñanzas y consejos. Es destacable, no sólo por la propia relación, que es
muy entrañable, a su modo. Sino porque la historia que se crea de fondo es la
que sirve de hilo conductor para todo lo que se nos cuenta, ya que, al comienzo
de cada capítulo, se nos presenta con uno de los múltiples
consejos que Harry le da a Marcus sobre lo qué es ser escritor y lo que implica.
Estos
consejos son una agradable ruptura de la tensión de la novela ya que serán
consejos que, realmente, se pueden aplicar a la vida diaria, lo cual supone un
contrapunto que nos permite reflexionar. También servirán, a veces, para
adelantar la idea de lo que va a ocurrir en el siguiente capítulo.
Por
último, Dicker consigue darle el enfoque a los personajes de ser personas
reales, es decir, consigue que no sean ni buenos ni malos, sino que se
encuentran llenos de conflictos internos, con esperanzas y con los errores
cometidos por el camino cargados sobre la espalda. Esto hace que queramos saber
de ellos hasta el final. Así como también mezcla de maravilla el bien y el mal en su historia, llegando al
equilibrio que todos buscamos en un libro. Interesante, brillante, con buena
narrativa y un argumento y ritmo muy sólido, hace que se convierta en una
lectura indispensable si eres fan de los misterios.
¿Y bien? ¿Qué os ha parecido? ¿Os ha hecho reflexionar? ¿Os ha despertado el gusanillo de la curiosidad? ¡Nos leemos! =)
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