¡Hola, hola!
Bueno, pues como regalo del día de Reyes (para quien lo celebre), os traigo una nueva reseña. Espero que os guste y que os ayude a desconectar un poco de esa vuelta a la rutina inminente, o de los tan odiosos exámenes (para todos aquellos que esteis como yo).
Así que, lo dicho, espero que os guste.
Título Original: Elecciones
Saga: Las crónicas de los tres colores
Autor: Anabel Botella
Editorial: Nowevolution
Género: Fantástico – Juvenil
Año: 2015
ISBN: 978-84-943866-1-9
Formato: Papel
Nº Páginas: 495
¿Qué pasaría si todo lo que creíste
y por lo que luchaste no fuera más que una mentira? ¿Podrías amar a dos
personas a la vez mientras tu destino está en juego?
Las crónicas de los tres colores están a punto de suceder. Un Imperio
está en peligro, la leyenda indica que sólo la unión de los tres colores puede
salvarles de su cruel destino.
Sylvia, Cariän y Fred, que viven en
mundos distintos, tendrán que aprender a luchar, sacrificar sus ideales y amar
para proteger todo lo que han conocido hasta ahora.
Tres colores destinados a amarse,
tres colores condenados a entenderse. Magia, lucha, conspiración, amor y pasión
te esperan.
Rojo, Verde y Blanco. La fuerza, la
esperanza y la liberta.
¿Con cuál te quedas tú?
La relación con este libro es rara
hasta decir basta.
Como muchos sabréis ya (y si no lo
sabéis, pues os lo cuento), soy un poco (bastante) fan de la autora
después de haber leído Como desees y Ojos azules en Kabul (reseña aquí y
aquí), así que cuando el año pasado en la Feria del Libro de Valencia la
encontré (en verdad fui a que me firmara un libro), y me presentó Las crónicas de los tres colores, lo
cierto es que me llamó muchísimo la atención y le cogí unas ganas inmensas. Por
temas de universidad y tal tardé en leérmelo un poco, pero en cuanto puse mis
manos en él, comencé a leerlo.
“Si no se sabe dónde está, no se va.”
Para situarnos un poco, el libro
trata de Fred Jones, que vive en la Tierra y es un chico un poco patoso (un
poco como Peter Parker antes de que le picara la araña, para entendernos).
Entonces, de repente, un día se le presenta un enano y le cuenta la verdad de
lo que ocurre: su padre (el de Fred, quien desapareció hace unos años), creó un
mundo de fantasía en los cómics que él escribía, narró toda su historia, pero
los personajes de esas historias ahora necesitan la ayuda de Fred; aunque para
eso, antes, tendrá que entrenar y convertirse en quién su padre dijo que sería.
A partir de ese momento, comienzan a ocurrir cosas extrañas para Fred, cosas
que cambiarán su vida. Se encuentra con Sylvia y Cariän, conoce Las Crónicas de
los Tres Colores, toda la historia de Raan-Kizar y, poco a poco se va
desarrollando la historia (no os cuento mucho más porque me he propuesto hacer
esta reseña sin spoilers).
Profundizando un poco más en los
personajes, tenemos a Fred, a Sylvia, Cariän, y del resto de personajes tengo
que destacar a Sara y a Kuangoo.
Fred Jones, tal y como he dicho antes, es el típico adolescente
de 15 años que sólo quiere sobrevivir al instituto sin que lo avergüencen más,
que es patoso por naturaleza y, tal y como lo calificarían hoy en día, un friki
en potencia. Pero también tiene otras cualidades, como el hecho de que es leal
a su familia y a todo en ello en lo que cree, es constante, valiente y tenaz.
Pero, como todo adolescente, hay veces que se comporta…pues eso, como un
adolescente en la edad del pavo.
“La razón no posee todos los conocimientos. Es hora de que ejercites tu
corazón.”
De todas formas, una cosa que sí
que tengo que destacar de Fred es que, para descubrir todo lo que descubre
(cosas de esas que te marcan para siempre y te cambian la vida de arriba
abajo), el chico se adapta bastante bien. Claro, al principio le cuesta, pero
conforme se va haciendo a la idea de que no le están tomando el pelo, y que
todo lo que dicen es verdad, lo cierto es que madura bastante.
Sylvia, por otro lado, no es un personaje que me haya conseguido
conquistar. No sé si es que soy muy crítica con los personajes femeninos o por
qué será, pero no me ha terminado de gustar. Ella viene de Raan-Kizar, al igual
que Cariän, así que está acostumbrada a otro modo de vida (sobre todo, teniendo
en cuenta que es un poco así como la heredera de todo el Imperio). Aun así, aunque
sé que ronda la misma edad que Fred (aunque no estoy totalmente segura de
ello), me parece que Fred es un poco más maduro que ella. Entiendo que ella
siempre ha tenido que seguir las órdenes de los demás y que ha perdido a su
padre, pero…no sé.
“—Todo el mundo necesita que alguien le proteja. Hasta tú lo necesitas.”
Además, es que lo siento muchísimo,
pero no me creo que una persona se pueda enamorar de otras dos. Aunque más
adelante hablaré de ello, lo de los triángulos amorosos de los libros no me lo
llego a creer. Pero además de eso, sí que he de reconocer que Sylvia lucha por aquello
en lo que cree, aunque a veces a mí me resulte un poco inmadura, sabe lo que
quiere en su vida (vida en general, no vida amorosa…eso está claro). Sabe que
no quiere seguir más órdenes y que quiere crear su propio camino en la vida, lo
cual le aplaudo.
Cariän es un personaje al que al principio le cogí tirria (sí, un
poco como a Kirtash en Memorias de Idhun), pero luego con el tiempo y los
trozos del libro que se centran más en él, te puedes dar cuenta que es un
personaje profundo, muy marcado por su pasado y por lo que pasó con su familia;
así como con los deberes que tiene en el Imperio.
“Una ciudad sumida en el caos, pero paralizada para él.”
Es reservado, frío, distante, de
esas personas que sienten (incluso a veces demasiado), pero no te lo van a
saber expresar con gestos o palabras porque, sencillamente, nunca ha habido
nadie que les sirviera de ejemplo para ello. Es fuerte, leal, valiente y con
dos dedos de frente; aunque a veces resulte demasiado obtuso y necesite algún
que otro escarmiento (*cof* Pictia *cof*). El pobre tiene que soportar
algunas cosas que le hacen replantearse la situación, lo cual está bien porque
al principio (y creo que esa era una de las razones por las que al principio no
me gustaba), es como muy recto. Como uno de esos personajes que hacen todo lo
que le ordena sin cuestionarse el por qué; un títere. Pero luego va
evolucionando. De hecho, creo que él y Fred son los dos personajes que más
evolucionan a lo largo del libro.
Ahora, después de haber presentado
a los tres personajes principales, es cuando yo me meto en aguas pantanosas
para explicaros por qué este libro ha perdido muchos puntos.
“<<Una historia que se silencia es un hecho que no ha
ocurrido.>>”
Como muchos sabéis, porque lo he
dejado caer en otras reseñas, detesto los triángulos amorosos. No me creo que
una persona pueda enamorarse de una segunda persona cuando, supuestamente, está
localmente enamorada de la primera persona. Es decir, no me creo que Sylvia,
quien supuestamente está locamente enamorada de Cariän, de repente se enamore
de Fred hasta el punto de huir de Raan-Kizar (pequeño spoiler, totalmente
necesario). Lo siento, pero no.
Cuando pasan este tipo de cosas lo único
en lo que puedo pensar es en esa frase que pulula por internet de: “Si estás con alguien y te enamoras de otra
persona, quédate con la segunda persona de la que te enamoraste porque si
amaras a la primera, no te habrías enamorado de la segunda.” (o algo
parecido, pero la esencia es esa). Y con este libro me ha pasado eso.
“Pero la meta no se alcanza en un primer paso, sino con un paso detrás de
otro.”
Me encantaba el libro, estaba
empezando a obsesionarme y todo, pero entonces… ¡Pam! Triángulo amoroso. Y,
además, no sé por qué (también puede ser por cómo me pillara a mí al leerlo),
me ha resultado uno de esos triángulos en los que estás continuamente poniendo
los ojos en blanco por el comportamiento de los personajes. No me gusta, para
nada. Y, sobre todo, creo que lo que más me molesta es que, en mi más sincera
opinión (cada uno tiene la suya y es totalmente válida), ha estropeado un gran,
gran, libro.
Ahora, si os estáis preguntando si
soy Team Fred o Team Cariän, os lo aclararé.
Soy Team Kuangoo, totalmente y sin ninguna duda.
Kuangoo es un personaje muy carismático, y a la vez misterioso y
viejo; aunque no es uno de estos personajes viejos de edad, sino de estos que
te dan la sensación de que han visto mucho, han sufrido mucho y han deseado
mucho.
“Levantó a todos los dioses en guerra por ti.”
Kuangoo es el mentor de Fred una
vez éste se entera de la verdad. Es quien le entrena con sus poderes y, creo (y
por ello le quiero más), se convierte en una figura paterna para Fred. La forma
en que lo trata, con cariño pero con dureza, como si fuera uno de esos padres
que te exigen constantemente porque creen en ti, y creen que puedes hacer todo
lo que te propongas.
Él es leal, valiente, un luchador
nato que quiere recuperar lo que es suyo y, sobre todas las cosas, devolver la
paz a Raan-Kizar y, sobre todo, al Imperio. Tiene secretos (los cuales, espero
que se terminen de saber en el siguiente libro), y…no sé, es la forma de ser,
la forma de hablar…simplemente me enamoré de él perdidamente. El hecho de que
parezca tener más enemigos de los que en verdad piensas que tiene…es como si
llevara la palabra atractivo e interesante estampada en toda la frente.
Por último, está Silvia, la madre de Fred. No puedo
contaros mucho sin desvelaros cosas importantes de la trama del libro, pero os
diré que es un personaje que también evoluciona; aunque quizás no tanto como su
hijo. Al principio pensaba que iba a ser uno de esos personajes que serían más
un estorbo que otra cosa, sobre todo porque al principio estaba todo el rato
retrasando lo inevitable con la excusa de que su hijo no estaba preparado. Pero
una vez Fred se entera de la verdad y ella ya no puede hacer nada por evitarlo,
se vuelve una madre comprensiva y luchadora, de esas que están al lado de su
hijo continuamente; en las buenas, en las malas y en las peores. Así que sí, es
un personaje al que le terminas por coger cierto cariño.
“<<El que camina sin duda, llega a la meta, el que
tropieza y se levanta una y cien veces, también llega, pero aquel que se sienta
pensando en cómo será su llegada, jamás la alcanza si no camina.>>”
Y, por supuesto, hay muchísimos más
personajes. La madre de Sylvia, todos los amigos de Kuangoo, el padre de Fred…demasiados
como para poder hablar de todos ellos.
En cuanto a narrativa y
descripciones, Anabel sigue en su línea. Todo muy bien detallado, haciéndote
transportar al lugar que ella quiere, que sientas lo que ella quiere y que
disfrutes como ella quiere. Está todo muy cuidado y bien estructurado, aunque
al principio cuando te cuentan la historia de Raan-Kizar, con todos los Dioses
y traiciones y demás, te puedas hacer un lío con los personajes y los árboles
genealógicos. Pero conforme pasa el libro, ella misma se encarga de aclarar las
dudas.
“Solo aquel que se queda sentado esperando a que su vida se solucione no
encontrará la felicidad.”
Así que, en resumen, es un buen
libro si obviamos el triángulo amoroso (lo siento, pero para mí, cualquier
libro que tenga un triángulo de por medio, ya resta muchísimos puntos), con
descripciones detalladas, con personajes profundos que te atrapan, y
situaciones que te envuelven.
Así que si a vosotros y vosotras no
os importan los triángulos amorosos y podéis vivir con ellos, os recomiendo que
leáis el libro. Estoy segura que lo disfrutaréis.
Y eso ha sido todo. Hay una segunda parte, pero todavía no sé nada más de ella, así que no puedo poneros cuándo saldrá.
Espero que os haya gustado la reseña y recordad que podéis comentarnos todo lo que queráis, qué os ha parecido, si os leeríais el libro, si lo haréis, si lo habéis hecho, lo que sea. No mordemos, de verdad.
¡Nos leemos!
¡Feliz día de Reyes! Gracia por la reseña y un beso.
ResponderEliminarYo me lo compré también en la feria del libro y me lo empece a leer pero no he pasado de la página 20 XDDD es que sabiendo que falta una parte no me quiero arriesgar a que me guste y tenga que esperar, así que lo retomare cuando saquen la segunda parte.
ResponderEliminarTambién tengo que reconocer que a mi los libros ambientados en mi ciudad se me hacen raros y me cuesta (por imposible y raro que parezca) meterme más en la historia, nada que soy una excéntrica XDDDD
Has apuntado unas cuantas frases muy interesantes, pero el libro no me termina de llamar. ya leí a la autora y no me emocionó demasiado :/
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