Reseña: Heima es Hogar en Islandés.

¡Hola chicos y chicas! Os traigo una reseña, y en esta ocasión dejo de lado la saga del Mar Quebrado, ¡espero que os guste! 

Título: Heima es Hogar en Islandés

Autor: Laia Soler

Editorial: Plataforma Neo

Género: Juvenil / Fantasía

Año: 2015

Formato: Papel

Páginas: 358

Precio: 15,90€

ISBN: 978-84-16256-42-6

¿Puede estar tu hogar a miles de kilómetros de casa?

Ver la vida en blanco y negro no es divertido.

Laura padece una extraña enfermedad que le impide apreciar los colores, pero si últimamente su vida es gris no es solo porque sufre acromatopsia. Acaba de romper con su novio y sus padres no dejan de pelearse tras el divorcio. Por eso, decide alejarse de todo y toma el primer avión que sale del aeropuerto.

El destino la lleva hasta Reikiavik, Islandia. Allí conoce al simpático Orri, quien le propone emprender un viaje para recorrer el país con él y su no tan simpático amigo Guðjon. Quizá no sea una idea sensata, pero no es que Islandia ofrezca muchas opciones a una chica que se ha escapado de casa.

Lo que Laura nunca podría sospechar es que los dos islandeses esconden un secreto imposible de creer, incluso para alguien como ella, y que ese viaje la cambiará para siempre.

Hay libros que te conquistan por la portada, otros por su título y otros, como este en concreto, por ambas cosas. Recuerdo la primera vez que vi el libro en una librería, no pude evitar cogerlo, y claro, tampoco pude evitar leerlo. Lo leí en uno de esos momentos de ‘resaca literaria’ que todos tenemos, tras leer varios libros belicosos seguidos, quería algo que me hiciese tranquilizarme, sentirme un poco como me hace sentirme la canción Heima de Sigur Rós, sentirme en casa, no sé explicarlo. Creo que elegí el momento idóneo.

Laura es una chica con una situación difícil es un casa, con sus padres, que ha pasado por un momento muy difícil y que necesita escapar, y escapa a Islandia. Esta necesidad de escapar y huir lejos es algo con lo que mucha gente se puede sentir identificada, yo me incluyo. Una vez llega a Islandia conoce a Orri, un islandés ligón y divertido que la invita a recorrer la isla con su amigo John –sí, sí, en la sinopsis pone otro nombre, pero al igual que Laura no puede pronunciar su nombre y lo rebautiza, yo no puedo escribirlo–. La premisa del libro me gusta mucho, a todo aquél que le guste viajar le encantará la perspectiva de recorrer un país de la mano de los personajes. Pero, no todo es lo que parece. En cierto momento del libro empiezan a sucederse situaciones extrañas que acaban con el descubrimiento de que la novela es una novela de fantasía. No creo que sea un error de la escritora, pero en lo personal, me hubiese gustado que en la sinopsis o en algún sitio se reflejara esto de una forma más clara, porque aunque luego todo cobra sentido y es eje de la novela, yo no buscaba una novela de fantasía, y me sentí ciertamente contrariada y casi a punto de dejarla.

La novela avanza de forma pausada, recorriendo Islandia, con fotos en blanco y negro que retratan lo que ve Laura –un acierto– y sumergiéndose en su cultura, profundizándose en los personajes, sobretodo en ella, y en la relación que se va formando entre ellos. Escribir más de la trama, o hasta de los personajes, sería a mi ver un error, casi un spoiler, la novela no tiene mucha acción y gran parte de esta es el descubrimiento y evolución de dichos personajes, su maduración, el romance que surge y todo lo que se pierde por el camino.

En cuanto a la forma de escribir de Laia, la verdad es que no sé qué opinar. A veces me gustaba y a veces no, aunque tampoco estoy del todo segura de que sea cosa de la narración o del personaje de Laura, al ser un libro en primera persona. Una cosa que me ha sacado especialmente de quicio es la repetición hasta la saciedad de bromas a costa de los turistas, aunque me gustó el guiño a Sigur Rós.

La novela me ha gustado, pero como bien he dicho antes, elegí el momento adecuado para leerla. En otro momento quizá me hubiese parecido demasiado lenta, o no me hubiese superpuesto al bajón que me dio por ser de fantasía, pero me dejé llevar por los sentimientos y por la necesidad de algo tranquilo, de sentir que estoy en Islandia y que la naturaleza es poderosa. 

 Y esto ha sido todo, ¿os llama la atención el libro? ¿Habéis ido a Islandia? ¿Conocéis a Sigur Rós?Dejádmelo saber en los comentarios. 

¡Nos leemos!