lunes, 23 de febrero de 2015

Reseña ‘Cuando Todo Cambió’.

¡Hola lectorcillos! Es lunes así que no voy a preguntar qué tal estáis, pero para que tengáis un final de día agradable, os traigo una reseña recién salida del horno. 






Título: Cuando Todo Cambió (“After River”)
Autor: Donna Milner
Editorial: Maeva
Género: Saga Familiar
Año: 2012
Formato: Papel
Páginas: 328
Precio: 18,90€

ISBN: 978-84-15120-98-8 











Cuando Natalie Ward recibe la noticia de la enfermedad terminal de su madre Nettie, no duda en regresar a su pueblo natal, en la pequeña localidad canadiense de Atwood, tras más de treinta años de ausencia. En el largo viaje de autobús que emprende desde Vancouver, rememora su idílica infancia y los acontecimientos que en 1968 le cambiaron la vida, y la de su familia.

Entonces ella vivía en la granja familiar con sus padres y sus tres hermanos varones. Pero un caluroso día de julio, al entrar el joven River por primera vez en su jardín, comprendió que todo cambiaría. River, que representaba un mundo libre de conservadurismos opuesto a lo que había vivido hasta entonces, entró a trabajar en la granja y se ganó en poco tiempo el cariño de la familia y especialmente la admiración de Natalie. Pero, a partir de ese momento, también se empezó a tambalear su estable vida familiar.



Puedo recordar con todo lujo de detalles la primera vez que vi este libro en una librería. Tampoco será tan importante , podréis pensar, bueno, todo depende de un montón de cosas y eso es algo que en esta novela se demuestra. En su momento me llamó la portada, que fuera una saga familiar y que había un algo que no sabía localizar pero que me gustaba. Instinto lector. Ojalá le hubiese hecho caso y al romper el papel de regalo que lo cubría lo hubiese leído en vez de abandonarlo todo un año en una estantería. 

Natalie Ward tuvo una infancia feliz, rodeada del cariño de sus padres y sus tres hermanos y un paisaje casi idílico. Hasta que cuanto tenía 14 años, apareció River, el norteamericano hippie que huía de la guerra de Vietnam. A partir de este momento los hechos se precipitaron hasta un final que nadie esperaba, Natalie marchándose de su hogar a los 17 años.

En el autobús que la lleva de regreso a Atwood, 30 años después, Natalie empieza a recordar. Desde el principio sabes que hay un secreto que corre por la familia Ward y que empezó con la llegada de River, aunque es sus recuerdos se remonte más atrás. Esta sucesión de escenas de su infancia feliz, hacen que la primera parte del libro sea pausaba y que pienses que nada tiene demasiada importancia pero oh, todo, y cuando digo todo es TODO, lo que cuenta es importante. 

 Con la llegada de River todo cambia, el lector al principio solo ve esos cambios en Natalie, que además está dejando atrás todo rastro de niñez y se está convirtiendo en una adolescente en ebullición. Pero lo curioso, es que, conforme avanzas, te das cuenta de que River dejó patas arriba a cada miembro de la familia. No es de extrañar que luego pasase lo que pasó.

La novela ha resultado ser distinta a lo que esperaba, mejor, incluso. A cada página va
ganando un poquito más y hace que no puedas, ni quieras, soltarla. Al terminar la última página me sentí vacía de algo y llena de muchas cosas a la vez, como pasa siempre que acabas una historia que sabes que te acompañará por lo que queda de semana o un poco más, rondando por los rincones, picando en la punta de tus dedos y esperándote en la oscuridad bajo la almohada de tu cama.

Milner sabe cómo soltar pistas y unir casualidades de un modo sorprendente sin que sospeches demasiado, haciendo que cuando acabas el libro sueltes un ‘oh, espera, entonces por eso te cuenta esto y aquello’. También sabe mantenerte pegada al libro sin ser la novela rápida o trepidante. Y, desde luego, sabe meter a los personajes en tu cabeza. Casi todos los importantes, quitando quizás a los dos hermanos medianos, son mucho más profundos de lo que parecen a primera vista y están descritos de una forma tan buena que hasta casi adivinas qué y cómo van a hacer o hacen tal cosa. La relación entre los personajes, sobre todo la de Natalie y Boyer me ha parecido preciosa. Destacar también el modo en el que consigue que River sea totalmente apetecible a los ojos del lector aunque, al igual que yo, el mundo hippie no te vaya demasiado. 

Tardé un año en coger el libro de la estantería y un día en acabarlo. No se a qué esperáis vosotros. 

"Y grande es el hombre con la espada envainada."







Espero que os haya gustado, ¡nos leemos pronto!






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