Título: Factotum
Autor: Charles Bukowski
Editorial:
Anagrama
Género: Adult,
Autobiografía.
Año: 1975
Formato: Papel
Páginas: 192
Precio: 7.90€
ISBN:
978-84-339-2005-8
En esta novela autobiográfica de
sus años de juventud, el autor nos describe la vida de su alter ego Henry
Chinaski –saltando de un empleo a otro, todos sórdidos, duros, sin sentido,
emborrachándose a muerte, con la obsesión de follar, intentando materializar su
vida de escritor– y nos ofrece una
visión brutalmente divertida y melancólicamente horrorizada de la ética del
trabajo, de cómo doblega el «alma» de los hombres. Se ha dicho que Bukowski con
su prosa lacónica, escueta y contundente como un uppercut es el novelista atroz
de la gran selva urbana, de los desheredados, las prostitutas, los borrachos,
los desechos humanos del Sueño Americano a nivel del arroyo, y se le ha
comparado con Henry Miller, Céline y Hemingway.
Mucha gente me había recomendado
a este autor, y que empezase precisamente por este libro, que los demás los
disfrutaría mejor después; algunos
decían que era muy yo, y después de leerlo… No sé qué piensa exactamente la
gente de mi, ni si me gusta.
A lo largo del libro nos cuenta
como Chinaski, el alter ego del escritor, después de librarse de ir a la
guerra, trata de sobrevivir trabajando en todo tipo de trabajos, valga la redundancia, en su mayoría
horribles y que odia, bebiendo todo lo que puede, casi siempre rodeado de
alguna mujer dispuesta a algo de diversión física, y tratando de escribir y ser alguien. Se podría decir que el libro
trata de un escritor sin libros, o de la pereza, ya que Chinaski odia trabajar,
o de la melancolía, el alcohol y calzoncillos húmedas , o de un país en
decadencia. Sí, se podría decir que trata de todo eso y más.
"Mi ambición está limitada por mi pereza."
Bukowski es un gran autor, el de
los pobres, desheredados, las putas y los borrachos, como bien dice la
sinopsis. Deja traslucir toda esa desgracia y decadencia a lo largo de cada uno
de los capítulos del libro, que, sin ser del todo lento es pausado. Pero, y no
me creo que vaya a decir un pero del escritor fetiche de tantos intelectuales,
es demasiado vulgar para mi gusto. Aun a pesar de conseguir transmitirte tanto
con esa vulgaridad, pierde cierta estética.
"Traté de convertirte en mujer pero no eres más que una puta."
El libro me ha gustado, pero no
encantado. Es un libro de adultos y es fuerte, así que no se lo recomiendo a
gente a quien no le guste la vulgaridad o esté acostumbrado a libros más
juveniles.
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