¡Hola lectorcillos! Es lunes así que no voy a preguntar qué tal estáis, pero para que tengáis un final de día agradable, os traigo una reseña recién salida del horno.
Título: Cuando
Todo Cambió (“After River”)
Autor: Donna
Milner
Editorial: Maeva
Género: Saga
Familiar
Año: 2012
Formato: Papel
Páginas: 328
Precio: 18,90€
ISBN:
978-84-15120-98-8
Cuando Natalie Ward recibe la
noticia de la enfermedad terminal de su madre Nettie, no duda en regresar a su
pueblo natal, en la pequeña localidad canadiense de Atwood, tras más de treinta
años de ausencia. En el largo viaje de autobús que emprende desde Vancouver,
rememora su idílica infancia y los acontecimientos que en 1968 le cambiaron la
vida, y la de su familia.
Entonces ella vivía en la granja
familiar con sus padres y sus tres hermanos varones. Pero un caluroso día de
julio, al entrar el joven River por primera vez en su jardín, comprendió que
todo cambiaría. River, que representaba un mundo libre de conservadurismos
opuesto a lo que había vivido hasta entonces, entró a trabajar en la granja y
se ganó en poco tiempo el cariño de la familia y especialmente la admiración de
Natalie. Pero, a partir de ese momento, también se empezó a tambalear su
estable vida familiar.
Puedo recordar con todo lujo de
detalles la primera vez que vi este libro en una librería. Tampoco será tan importante , podréis pensar, bueno, todo depende de
un montón de cosas y eso es algo que en esta novela se demuestra. En su
momento me llamó la portada, que fuera una saga familiar y que había un algo
que no sabía localizar pero que me gustaba. Instinto lector. Ojalá le hubiese
hecho caso y al romper el papel de regalo que lo cubría lo hubiese leído en vez de
abandonarlo todo un año en una estantería.
Natalie Ward tuvo una infancia
feliz, rodeada del cariño de sus padres y sus tres hermanos y un paisaje casi
idílico. Hasta que cuanto tenía 14 años, apareció River, el norteamericano hippie que huía de la guerra de Vietnam.
A partir de este momento los hechos se precipitaron hasta un final que nadie
esperaba, Natalie marchándose de su hogar a los 17 años.
En el autobús que la lleva de
regreso a Atwood, 30 años después, Natalie empieza a recordar. Desde el
principio sabes que hay un secreto que corre por la familia Ward y que empezó
con la llegada de River, aunque es sus recuerdos se remonte más atrás. Esta
sucesión de escenas de su infancia feliz, hacen que la primera parte del libro
sea pausaba y que pienses que nada tiene demasiada importancia pero oh, todo, y
cuando digo todo es TODO, lo que cuenta es importante.
Con la llegada de River todo cambia, el lector
al principio solo ve esos cambios en Natalie, que además está dejando atrás
todo rastro de niñez y se está convirtiendo en una adolescente en ebullición.
Pero lo curioso, es que, conforme avanzas, te das cuenta de que River dejó
patas arriba a cada miembro de la familia. No es de extrañar que luego pasase
lo que pasó.
Milner sabe cómo soltar pistas y
unir casualidades de un modo sorprendente sin que sospeches demasiado, haciendo
que cuando acabas el libro sueltes un ‘oh, espera, entonces por eso te cuenta
esto y aquello’. También sabe mantenerte pegada al libro sin ser la novela
rápida o trepidante. Y, desde luego, sabe meter a los personajes en tu cabeza. Casi todos los importantes, quitando quizás a los dos hermanos medianos, son mucho más profundos de lo que parecen a primera vista y están descritos de una forma tan buena que hasta casi adivinas qué y cómo van a hacer o hacen tal cosa. La relación entre los personajes, sobre todo la de Natalie y Boyer me ha parecido preciosa. Destacar también el modo en el que consigue que River sea totalmente apetecible a los ojos del lector aunque, al igual que yo, el mundo hippie no te vaya demasiado.
Tardé un año en coger el libro de la estantería y un día en acabarlo. No se a qué esperáis vosotros.
"Y grande es el hombre con la espada envainada."
Espero que os haya gustado, ¡nos leemos pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario